La historia es de un destacado escritor y dramaturgo irlandés Oscar Wilde, y su triste y angustiante final. Nace en Dublín el 16 de octubre de 1854. Gran estudioso, licenciado con muy buenos reconocimientos en estudios clásicos, y los mejores niveles en los exámenes considerados los más difíciles del mundo. Viajó y estudió en la Universidad de Londres. También trabajó como periodista allí y fue un personaje muy reconocido en los círculos sociales y culturales de moda en la época.
En 1884 se casa con Constance Lloyd, en Londres. Tuvieron dos hijos: Cyril y Vyvyan. Se separan por el escándalo que lleva a prisión a Wilde y pierde la patria potestad de sus hijos. Ella se cambia el apellido y se aleja, nunca se divorciaron.
Wilde al momento de otorgar testamento, deja su magra herencia a Robert Ross, según cuentan fue su primer amante masculino y lo acompañó en sus últimos momentos.
En la cima de su carrera es envuelto en escándalos por el delito de sodomía, y es condenado a dos años de trabajo forzado. En esa época muchos escritores homosexuales fueron perseguidos y a veces tuvieron que emigrar de su país.
En el año 1890 aparece su única novela El retrato de Dorian Gray, y más tarde donde alcanza la fama con, La importancia de llamarse Ernesto. Escribió muchos cuentos, relatos y poesías, fue muy premiado en varias oportunidades.
Se enfrenta a nuevos juicios, muy desengañado por la sociedad inglesa y arruinado tanto espiritualmente como materialmente, en el momento de otorgar testamento, deja sus únicas cien libras a Robert Ross. Su esposa Constance rehúsa encontrarse con él y le prohíbe ver a los hijos.
Muere solo en Francia, con problemas económicos, de salud, y su afición a la bebida termina con su vida. Muere el 30 de noviembre de 1900 a los 46 años.
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