Hasta el año 2005 los títulos nobiliarios solo podían pasar manos de los herederos varones de las familias.
A partir de ese año se promulgó una ley de igualdad que si bien respetaba los derechos de primogenitura, otorgaba las mismas opciones de heredar a hombres y mujeres.
La primera que se benefició de dichos cambios, fue Agatha Ruiz de le Prada, quién recibió un marquesado y una baronía que había ostentado su tío materno; por ello, se la suele conocer como la Ley Agatha.
Esperando la lectura
El ex presidente Adolfo Suárez, recientemente fallecido, era Grande de España, porque una vez finalizado su mandato, el 25 de enero de 1981 el Rey le otorgó el Ducado de Suarez, en agradecimiento a su aporte a la democracia.
Por derecho de nacimiento, este título debería pasar a Mariam su hija mayor, pero como ella falleció en 2004 por línea directa, le correspondería a su hija Alejandra, nieta del occiso.
Según ha explicado la familia, existe un testamento que será abierto y leído delante de los herederos, dentro de poco tiempo, pero no han querido dar detalles, acerca de si conocen o no el contenido del mismo.
Este testamento se hizo, según comentaron, cuando el ex presidente aun no había sucumbido a la cruel enfermedad que sufría: el Alzhéimer y estaba en pleno uso de sus facultades.
Testamento intuido
Conociendo el tipo de relación que Suárez mantenía con su familia y lo apegado a la ley que siempre fue, se supone que el reparto de sus bienes lo habrá hecho respetando la legítima de los herederos forzosos o sea sus hijos y sus descendientes.
Respecto al famoso título nobiliario que él mismo no solía usar, si se lo ha dejado en el testamento a su hijo Suárez Illana, éste podría requerirlo para sí y en última instancia sería el rey quien decidiría si lo ostenta o no.
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Foto gentileza de: abc
