Mi padrino era un hombre muy acaudalado, con pocos amigos gracias a sus excentricidades y sin parientes. Al hacer testamento me nombró heredero universal de sus bienes, con la condición de que yo tenía que haber cumplido los 30 años y tener terminada una carrera universitaria, antes de poder hacerme cargo de mi herencia.
Para que esto se cumpliera, nombró a un gran amigo suyo (según él, el único que tenía), una persona de su entera confianza y a quien conocía de “toda la vida” como albacea testamentario y previamente a su muerte le dio órdenes de que me proveyera de una cantidad mínima de dinero mensualmente.
Su idea era que yo dedicara todo mi tiempo a formarme y por tanto a forjarme un futuro, por lo que las asignaciones que me daba este buen señor eran bastante magras, así que si bien pude estudiar medicina y especializarme como anestesista, durante mi época de estudiante nunca me sobró un duro.
Hoy debo agradecer que esto haya sucedido, ya que el estudio y el esfuerzo me han endurecido y eso me ayudó mucho, cuando hace unos días cumplí la edad estipulada por mi tío al hacer testamento y me presenté a reclamar lo que era mío.
Resulta que el gran amigo de mi tío que falleció hace solamente 2 semanas, se dedicó sistemáticamente a esquilmar el fondo que mi tío me había legado, por lo que me he encontrado con apenas una décima parte de lo que había originalmente. El resto del dinero y las propiedades… han volado.
Lo poco que me queda lo he puesto a buen recaudo en un banco y me dedicaré a trabajar en lo mío, ya que esa era mi intención original, a pesar de ser un “rico heredero” según mis amigos.
Eso sí, me he apresurado a otorgar testamento y le he dejado a mis padres todo lo que poseo. En caso de que me pase algo ellos recibirán lo que corresponda, pero sin ningún tipo de condición.
Y me he quedado muy tranquilo porque en Testamenta, donde he redactado el documento online, me aseguran que si me caso, tengo hijos o quiero cambiar algo, un testamento no es definitivo, sino que se puede modificar las veces que sea necesario.
Foto gentileza de: protocolo