Gianni Agnelli en su momento decidió dejar muy bien atadas las cosas que quedarían atrás una vez que le llegara la hora de la partida. Entre ellas estaba el paquete accionario del grupo familiar que incluye prensa, automovilismo, inmobiliaria, fútbol y un largo etc.
En 2003 con 81 años y víctima de un cáncer de próstata, Agnelli falleció. Al hacer testamento había dividido meticulosamente sus bienes entre más de 170 personas, entre los que se contaban su esposa, su hija, sus nietos, hermanos, sobrinos, socios, amigos, etc.
Margarita, la única hija que le quedaba tras el fallecimiento en 2000 de Edoardo, el primogénito, decidió que no le satisfacía lo que le tocaba y tras varias amenazas llegó a un acuerdo por el que recibió propiedades, un yate y la suma de 109 millones de euros en efectivo.
Cuando en 2007 la empresa comenzó un repunte económico, Margarita decidió que no se tenía por que conformar con lo que le habían dado ya que sostenía que existía una gran cantidad de dinero «guardado» por su padre (según ella 3000 millones de euros) en escondites financieros y cuentas esparcidas por el mundo.
En 2010 un juez terminó por desestimar los dichos de la hija del magnate del automovilismo, quien deberá conformarse con lo recibido y pagar las costas del proceso judicial que ascienden a más de 34.000 euros.
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Foto gentileza de: hola
