Un médico en Singapur en el momento de realizar su testamento deja como heredera de 4 millones de dólares a la trabajadora doméstica. La mujer de 48 años, no quiso dar su identidad por seguridad, trabajó para el doctor por más de 20 años. No tenían secretos de manera que sabía que al realizar el testamento, ella era la heredera. Se mostró sorprendida de por que fue ella la designada.
Dice que planea mudarse de Singapur y comprarse una casa, pero el dinero no la cambió como persona, sigue siendo la misma. Ellos tenían una relación de amigos, ella lo acompañaba mucho cuando estaba en su casa, en los momentos que él tenía una pausa en su trabajo. Contar con una persona en esos momentos es muy importante, estamos cansados, necesitamos atención, contención. Estaba cómodo de esa manera, se sentía querido de alguna manera.
Muchas veces es más común ver que personas ajenas a la familia, se preocupan, se interesan valoran, conocen más a la persona, la entienden, saben cómo hacerla sentir mejor que un hijo o un hermano.
Una manera de retribuir lo bien que se sintió en todos esos años, fue dejarle la herencia, ya que ella no tenía dinero y el sueldo de una empleada doméstica en Singapur es de unos 700 dólares al mes.
Una manera de simplificarle la vida, aunque eso no cambia la esencia de la persona pero puede ayudarle mucho a progresar, a mejorar sus condiciones de vida. Es un buen ejemplo de un acto de bondad, de corazón.
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