No importa la edad que se tenga ni la cantidad de bienes que se posean, hacer testamento es sin dudas una buena medida para que nuestra última voluntad quede asentada por escrito.
A Amy Winehouse, nunca se le ocurrió realizar testamento y tras su intempestiva muerte el 23 de julio de 2011 a los 27 años, dejó una gran fortuna y un montón de deudas.
Sus padres Mitch y Janice Winehouse, fueron los herederos del remanente del capital de su hija, que una vez saldadas sus numerosas obligaciones quedó reducido a unos 3 millones de euros aproximadamente. Su ex marido el excéntrico y problemático Blake Fielder Civil, no recibió nada.
La cantante que falleció sin hacer testamento, era dueña de dos compañías de gestoría llamadas Cherry Westfield y CW Touring, además de los royalties de sus canciones, discos, Videos y DVD´s y varias propiedades en el Reino Unido.
Según sus amigos, Amy no tenía la más mínima idea del dinero que poseía ni le interesaba, ya dedicaba toda su energía a componer y cantar y dejaba el tema económico en manos de sus representantes.
También sostienen que si se hubiera decidido a otorgar testamento seguramente se habría acordado de dejarle algo a su ex marido, si no dinero, al menos algún recuerdo, porque le quería mucho, pero de sus ex suegros no podía esperar nada.
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