Brooke Astor, la dama de Nueva York falleció en 2007 a los 105 y siendo víctima de la enfermedad del Alzheimer desde hacía ya mucho tiempo. Cuando murió su fortuna ascendía a unos 200 millones de dólares.
Muchos años atrás Astor decidió hacer testamento y en él dejaba constancia de que su voluntad era que la administración de su fortuna corriera a cargo de un fideicomiso, con órdenes de darle un pequeño porcentaje a su único hijo Anthony Marshall y el resto dedicarlo a obras benéficas.
El escándalo saltó cuando el hijo de Marshall denunció a su padre de aprovecharse de la enfermedad de su abuela para quedarse con su dinero. El resultado tras una investigación fue que se le retiró la custodia de su madre y ésta fue cuidada por Anette de la Renta esposa del famoso diseñador.
La sorpresa mayor llegó cuando se descubrió que existía un codicilo adjunto al testamento original de la famosa filántropa que decía que «el dinero era como el estiércol, no servía para nada más que para esparcirlo«, donde le daba potestades de administrador a su hijo.
Tras un sonado juicio público y doce días de deliberación, Anthony Marshall de 85 años y enfermo del corazón fue declarado culpable de estafar a su madre y de falsificar su firma modificando su testamento original con el fin de apoderarse de su fortuna.
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Foto gentileza de: waelderabuse
